jueves, 1 de noviembre de 2007

Bautismo de Fuego

Hace 50 años la Fuerza Aérea Argentina tenía su bautismo de fuego. No, no saque cuentas, no me equivoqué. En el año 1955 un grupo de militares intentó derrocar de la presidencia a Juan D. Perón, más precisamente en junio de ese año. Y no tuvieron mejor idea que la de bombardear la Casa Rosada para debilitar el gobierno ya sea del susto o bien matando a la mayor cantidad de integrantes del mismo. Para ello varios bombarderos tanto horizontales como verticales de la Marina primero y luego de la Fuerza Area lanzaron tres olas de ataque sobre la zona conocida como el microcentro. Desafortunadamente no pudieron cumplir con su objetivo, y digo desafortunadamente no porque esté en contra de ese Gobierno, sino porque los atacantes en el medio de la desesperación de saberse derrotados bombardearon y cañonearon otros "objetivos": la CGT, Plaza de Mayo, el entonces Ministerio de Guerra y una compañia que se dirigía por Camino de Cintura desde el Regimiento La Tablada al Aeropuerto Ezeiza. Para repeler estos ataques varios aviones Gloster -jets muy avanzados para esa época- salieron en defensa del gobierno manejados por pilotos leales a Perón. Dos bombarderos fueron derribados: 1 sobre el Río de la Plata y otro sobre el Aeropuerto Ezeiza que se encontraba tomado por las fuerzas golpistas. También hay que destacar que un avión de una empresa de aviación escandinava resultó dañada, pero por suerte sin heridos.

Resulta escalofriante ver las fotos de la época mostrando cráteres por donde hoy camino a diario para ir al trabajo, ver la Casa Rosada destrozada y los edificios de Paseo Colón baleados.

Cito a continuación algunos fragmentos y entrevistas realizadas por Daniel Cichero en el libro Bombas sobre Buenos Aires de Editorial Vergara:

Entre quienes simpatizaban con el bando golpista estaba Miguel Grisendi, un joven adherente a los 'comandos civiles': "(...) Yo tenía 14 años. Era mediodía y me tomé el tren. Yo soy de Wilde. Cuando el tren llegó a Plaza Constitución fue como llegar a la guerra. Habían instalado ametralladoras antiaéreas en los techos de la estación y le tiraban con todo a los aviones que pasaban. La gente salía de la terminal y se escapaba en todas direcciones" (Miguel Grisendi)

Adolfo Philippeux era en 1955 un joven teniente peronista y estaba en el Ministerio de Guerra. "(...) Cuando nos dimos cuenta, empezaron a arrojar bombas(...) Se empezó a bombardear la propia Capital! En una hora que los micros iban llenos de gente y los chicos iban a las escuelas! Moría cualquiera menos los enemigos que ellos querían buscar (...). Lo que menos imaginaba la gente que pasaba la Plaza, es que iban a bombardear la propia Capital (...). Vi los cadáveres. Esos hechos fueron un desastre. Se veían en los troles las cabezas de la gente aplastadas sobre los techos por la onda explosiva. He visto automóviles donde quedaban sobre los asientos los restos de pantalones pegados. Fue terrorífico; a los minutos de ver aquel panorama tuve que entrar en combate". (Tte Coronel (R) Adolfo Philippeaux - Revista electrónica La Nueva Huella)

"...Pero lo más indignante es que hayan tirado a mansalva conta el pueblo, como si su rabia no se descargase sobre nosotros, los soldados, que tenemos la obligación de pelear, sino sobre los humildes ciudadanos que poblaban las calles de nuestra ciudad.
Es indudable que pasarán los tiempos, pero la Historia no perdonará jamás semejante sacrilegio". (J D Perón - 16 de Junio de 1955)

Por otro lado, dejo algunos links a Clarín, que hace un tiempo publicó unas fotos muy interesantes y como siempre, a mi gusto, tiene muy buenas infografías:

Primera parte

Segunda parte





Tengamos memoria. Señores Nunca Más.

2 comentarios:

Vanina Diaz dijo...

Hola, te hago una pregunta si no te jode me podrias decir de donde citastes lo que dijo Miguel Grisendi? Desde ya Muchas Gracias

Pablo Hernán Paul dijo...

Cómo andás? La cita es, tal como dice un poco más arriba, del libro Bombas sobre Buenos Aires de Daniel Cichero de Editorial Vergara. Tendría que rastrear la página, hace rato que lo leí. Si necesitás más data avisame.
Pablo