El campo y la ciudad

Revolución en la granja? La ciudad de la furia? En los últimos días se ha desatado una fuerte lucha entre los productores agropecuarios, gente de campo, exportadores de granos -no se bien como catalogarlos- y los consumidores, vendedores e intermediarios, es decir, los que compran el producto final, quienes los venden y quienes se encargan de llevar esos productos a los lugares de venta. Todos se sienten capaces de criticar, todos creen que tienen la razón. Se escuchan frases como "vamos a pasarle por delante al que corte la ruta" como dijo el hijo de Hugo Moyano, Pablo Moyano dirigente del Sindicato de Camioneros, “Ustedes se quejan, pero todos tienen 4 x 4 y el campo va bien” según un joven que intentaba cruzar la ruta cortada por la gente de campo. También se ve gente que va al supermercado o al almacén y se encuentra con las góndolas vacías. Todos se hechan la culpa. El gobierno al campo, el campo al ministro de Economía, el ministro de Economía a la gente del campo, los sindicatos a los que cortan las rutas, la señora que va a comprar comida al almacenero, el almacenero al que maneja el camión y el dueño del camión al gobierno. Y podría seguir.
Hay que recordar algo primordial: todos somos parte del mismo pueblo, todos somos argentinos. Todos necesitamos luchar para seguir adelante. Pero hace falta sentarse a charlar y acordar entre todos. Putear al otro no soluciona nada, las soluciones salen de la buena voluntad de la gente, de acordar, de pedir y ceder. Se está jugando con el hambre del pueblo, y al pueblo no le importa quien gana más o menos. Todos queremos estar bien, porque no luchamos por eso? Porque no parar de buscar siempre más y más? El capitalismo, la soja y el precio del petroleo nos van a comer. Pero de abstracciones no se vive. Si nadie busca soluciones, el problema se seguirá agrandando. La culpa es de todos nosotros. Es hora de asumirlo.